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lunes, julio 31, 2006

Capitulo II: Tres siglos de Politica Expansionista e Imperialista Norteamericana

S.XX: Perfeccionamiento de la Política Expansionista e Imperialista Norteamericana


Los Estados Unidos entraron al siglo XX como una poderosa maquinaria colonialista y muy poderosa. La adquisición de nuevos territorios al final del siglo XIX, abrió las puertas a un intenso debate en cuanto a esos territorios y a sus ciudadanos con relación al sistema político estadounidense. En comparación con la manera en que las potencias europeas construyeron sus imperios, el periodo de codicia de Estados Unidos argumenta que fue limitado en su ámbito y de corta duración. Después de la guerra Hispanoamericana, los norteamericanos justificaron sus acciones con el argumento de que preparaban a las naciones para la democracia. Pese a las críticas antiimperialistas, la mayoría de los estadounidenses creían que el conflicto con España había sido oportuno y estaban ansiosos de hacer sentir el poder de los Estados Unidos.
El 28 de Febrero de 1901, el senador norteamericano Orville Platt, propone enmendar la ley de gastos del ejército, incluyendo en una cláusula que regulara las relaciones entre el nuevo estado independiente cubano y los Estados Unidos. Esta enmienda recibe el apoyo de la legislatura de Estados Unidos y de su presidente, tras lo cual el gobernador militar de Cuba entrega la resolución a la Convención Constituyente. Los representantes cubanos reciben la enmienda sin mucho agrado, debido a varias de sus condiciones:
1- Que el gobierno de Cuba nunca celebrara con ningún poder o poderes extranjeros ningún tratado u otro convenio que tienda a menoscabar la independencia de Cuba o que permita a otros poderes extranjeros obtener para colonización o para propósitos militares o navales control sobre ninguna porción de la isla.
2- Que dicho gobierno no asumirá o contraerá ninguna deuda pública para el pago de cuyos intereses y amortización, resulten inadecuados los ingresos ordinarios.
3- Que el gobierno de Cuba consiente que los Estados Unidos pueden ejercitar el derecho de intervenir para la conservación de la independencia cubana, el mantenimiento de un gobierno adecuado para la protección de vidas, propiedad y libertad individua.
4- Que el gobierno cubano venderá o arrendara a los Estados Unidos las tierras necesarias para carboneras o estaciones navales en ciertos puntos determinados que se convendrán con el presidente de los Estados Unidos.
El pueblo cubano negocia a través de sus delegados durante tres meses sin lograr cambios sustanciales, a pesar de la creación de una comisión que viaja a Washington a fin de negociar directamente con el presidente estadounidense. El 8 de junio de 1901 el secretario de guerra estadounidense proclama que la ley deberá cumplirse tal cual fue aprobada por el legislativo.
Así comienza el siglo XX para la política prepotente e imperialista para la nueva potencia en América. En 1902 Inglaterra cesó en su empeño de controlar la América Central, luego de observar el poderío norteamericano durante la guerra Hispanoamericana y observar el fin de España como potencia. Ese mismo año el presidente Roosevelt expone que los Estados Unidos debían hacer sentir mundialmente su influencia y si sus intereses chocaban con los de otra potencia, tendría que utilizar la fuerza. Esta posición del presidente Roosevelt hizo que la Doctrina Monroe se volviera más intervensionista.
No obstante lo antes mencionado sobre la Doctrina Monroe, no hubo defensa continental por parte de Estados Unidos para frenar en 1902 el bloqueo a Venezuela por las armadas de Italia, Inglaterra y Alemania para cobrar la deuda publica que este país Suramericano tenia con aquellos gobiernos, motivando el pronunciamiento del Canciller argentino Luis Maria Drago bajo el principio de que “la deuda publica no puede dar lugar a intervención armada, ni menos a la ocupación material del suelo de las naciones americanas por una potencia europea”. Drago hacia referencia en su comunicación al gobierno norteamericano, que este principio ya estaba proclamado en la Doctrina Monroe. La respuesta del gobierno de los Estados Unidos fue que impediría la intervención de cualquier potencia extra-americana por el cobro de las deudas contractuales, pero intervendrían ellos mismos a los efectos de que se haga justicia en el caso. Esta solución al problema por parte de los Estados Unidos, no era para proteger a un país bajo una situación como la que vivía Venezuela, sino para evitar que la actitud coercitiva asumiera la forma de adquisición de territorio por una potencia no americana. Dadas las circunstancias de la época, era muy probable que los Estados Unidos intervinieran en un Estado Americano porque corriera el peligro de una invasión por un estado extra-americano, especialmente si este era Inglaterra.
En el 1902, Estados Unidos impone presión a Haití para que pague sus deudas, en 1903 agentes de aduana estadounidenses tomaron control de la economía de la vecina Republica Dominicana, este mismo año Estados Unidos interviene en Nicaragua, interesados al igual que en Panamá por su localización geográfica para la construcción de un canal que uniese el Océano Atlántico con el Pacifico, para incrementar el comercio y acortar el tiempo en que tomaba el trasladar los productos del este de los Estados Unidos por ferrocarril, hacia la costa del Pacifico. Ese mismo año enviaron a Panamá con diez buques de guerra para ayudar a los panameños a separarse y lograr su independencia de Colombia. Obviamente los Estados Unidos interesados en la ubicación geográfica de Panamá y al ayudarlos a conseguir su independencia, obtuvieron los derechos para construir el famoso canal de Panamá. En el 1906 las tropas de Estados Unidos ocuparon a Cuba, en el 1907 intervinieron en Honduras, en 1913 interviene en Haití a partir de la revolución que ocurre en este país, en 1916 vuelve a ocupar la Republica Dominicana hasta 1924, para asegurar el pago de la deuda externa, entre 1917-1933 Cuba se convirtió en un protectorado económico de los Estados Unidos, y en el mismo año, a raíz de la amenaza alemana sobre el mar Caribe durante la Primera Guerra Mundial, los norteamericanos pagaron la suma de veite y cinco millones a Dinamarca para comprarle las Islas Vírgenes. Así, estas y otras intervenciones durante las primeras décadas del siglo XX le dieron al mar Caribe el calificativo de “Lago Americano” por la notable presencia estadounidense en los territorios que lo circundan.
Los Estados Unidos llegaron a desempeñar el papel preponderante que por poderío ellos pensaban que le correspondía en las relaciones internacionales tal y como previó Roosevelt; pero por unos principios que el propio Roosevelt ridiculizaba y guiados por un presidente a quien Roosevelt despreciaba, Woodrow Wilson. Este presidente estadounidense representó la encarnación del tradicionalismo americano. Roosevelt comprendió perfectamente como funcionaba la política internacional, pero Wilson captó, las fuentes de la motivación norteamericana. Los norteamericanos se movían en dirección a realizar grandes hazañas con una visión de que como país excepcional, llamado a salvar la humanidad debido a la naturaleza excepcional de sus ideales. Roosevelt con su practicidad no logró convencer al pueblo estadounidense para que entraran en la Primera Guerra Mundial, sin embargo el presidente electo por el pueblo después de el, mando a esos ideales excepcionales. Para Wilson no había diferencia entre la libertad para los Estados Unidos, y la libertad para el mundo. Redefinió la afirmación de George Washington sobre evitar enredarse en alianzas extranjeras, explicando que lo que Washington pretendía decir es que los Estados Unidos no debían inmiscuirse en los propósitos de otros, pero nada que no concerniera a la humanidad. Todo este enredo de ideales norteamericanos llevados a principio del siglo XX, fueron los que favorecieron de los Estados Unidos en la Primera Guerra Mundial.
Luego de la Primera Guerra Mundial todo el débil equilibrio de la posguerra se quebrantó completamente con la ascensión al poder de Hitler en Alemania en el 1933, y el desinterés, por desilusión y aburrimiento, de los estados Unidos sobre los asuntos europeos. Esta situación se plasma en la desaparición de las ideas internacionalistas en los Estados Unidos perdiendo todo objetivo en mantener el viciado Tratado de Versalles, y con la nueva intervención en 1934 en México a partir de una revolución allí ocurrida.
Al ser elegido a la presidencia norteamericana Franklin Delano Roosevelt, fue el comienzo de la desaparición del aislamiento como principio básico de la política exterior de los Estados Unidos y la toma del liderazgo mundial. El hecho de que el avance alemán en Europa se convirtiera en una amenaza mundial por sus ansias de dominación mundial, al mismo tiempo que Franklin Delano Roosevelt asume el poder es pura coincidencia. Estados Unidos se había convertido en una potencia mundial y le apoyaba una industria en continuo crecimiento y con potenciales impredecibles.

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